“Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. En esto conocerán todos que sois mis discípulos: si os tenéis amor los unos a los otros”
Jn 13,34-35
¿Qué hace que un grupo de mujeres de diferentes edades, nacionalidades y culturas puedan vivir juntas?
El amor de Cristo, su llamado a consagrar nuestras vidas y a anunciarlo junto a otras hermanas como miembros de un mismo cuerpo.
Sabemos que la vida comunitaria requiere de empeño, sacrificios, renuncias y caridad. Anhelamos que nuestras comunidades, por acción del Espíritu Santo, puedan asemejarse a la primera comunidad cristiana y permanezcan unidas en una misma fe y misión.
Uno de los pilares de nuestra vida comunitaria es la oración en común, la cual nos permite ser testigos de la acción de Dios en el corazón de cada una. En ella nos experimentamos bendecidas por la presencia del Espíritu Santo quien nos mantiene unidas en la fe.
Como los primeros discípulos, compartimos nuestro día a día, nuestra oración y nuestra misión con gozo y sencillez.
La vida comunitaria nos ayuda a crecer en santidad y nos da la posibilidad de ofrecer nuestras vidas como un don sincero para los demás.
Fraternidad Mariana de la Reconciliación © 2023 Todos los derechos reservados
Design by JP Creative Group