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En la vida de todo católico que anhela seguir cada día más de cerca al Señor llega el momento en el que todos debemos preguntarle al Señor cuál es nuestra vocación, es decir, ese camino concreto por el que el Señor nos llama a servirle y anunciarlo a los demás. Para el mayor número de personas, ese camino de santidad es a través del matrimonio, pero a unos cuantos el Señor los escoge y llama a la vida consagrada.
Preguntarnos sobre cuál es nuestra vocación puede generar temor. Pero no tengas miedo. Dios quiere para ti tu bien y ha pensado para ti un camino hermoso, cualquiera que este sea. En palabras de San Juan Pablo II: “¡No tengas miedo! ¡Abre de par en par las puertas a Cristo! Abre tu corazón, tu vida, tus dudas, tus dificultades, tus alegrías y tus afectos a su fuerza salvífica y deja que él entre en tu corazón. ¡No tengas miedo! Cristo sabe lo que hay dentro de la persona. ¡Sólo él lo sabe!”
Si tú descubres que el Señor podría estar llamándote, o que te gustaría explorar o conocer más sobre la vida consagrada, como Promotora Vocacional aquí estoy para asistirte. Siéntete en total libertad de contactarme con tus preguntas o incluso de agendar una conversación.
Con mis oraciones,
Karina Bohorquez
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